¿Es posible una revolución científica en la educación?

MESA INAUGURAL DEL II CONGRESO DE EXPERTOS DOCENTES (1ª parte)

Barcelona acogió el sábado 26 de noviembre el «II Congreso de expertos docentes», organizado por la Fundación Episteme y el Observatorio Crítico de la Realidad Educativa (OCRE), dedicado a «La necesidad social del conocimiento». Celebrado en la Residencia de Investigadores del CSIC, el acto reunió a más de 160 asistentes, en su mayoría profesores, que reclaman más racionalidad, más ciencia y más conocimientos como necesidad académica y social ante las evidentes carencias de los alumnos, reflejadas en los malos resultados obtenidos por nuestros estudiantes y recogidas en los sucesivos informes PISA.

 

Fundación Episteme

¿Hasta qué punto puede ayudar la ciencia a la educación? ¿Por qué se aceptan políticas educativas sin contrastación? ¿Son realmente ‘novedosas’ las competencias en educación? ¿Es la sociedad realmente consciente de cuanto sucede dentro las aulas? ¿Se debe devolver al docente su libertad de cátedra y su prestigio? ¿Es la educación rehén de un modelo sistémico cada vez más próximo a la posverdad? La mesa inaugural de este segundo congreso quiso reflexionar en torno a estos interrogantes con una clase magistral de Nuno Crato, y la participación de Felipe de Vicente, Irene Murcia y Eva Serra.

Este segundo encuentro educativo celebrado en Barcelona contó con las ponencias de 16 expertos educativos y la colaboración del Sindicato de Profesores de Secundaria (aspepc·sps), la Asociación de Catedráticos (ACESC), la plataforma valenciana No Als Àmbits y la plataforma catalana No al Currículum, también conocida como Plataforma en Defensa de la Calidad Educativa.

 

Nuno Crato: Ahora es un buen momento para una revolución científica en la educación

Nuno Crato durante su intervención en el II Congreso de expertos docentes celebrado en Barcelona / Créditos: Agència Inèdit

Solicitado desde diferentes foros internacionales para explicar sus políticas educativas, el ministro de Ciencia y Educación de Portugal durante los años 2011 a 2015 Nuno Crato, matemático, investigador y principal artífice del espectacular aumento en el rendimiento académico de los estudiantes portugueses durante ese periodo, inauguró el congreso apelando al diálogo para encontrar soluciones ante los problemas educativos que existen en los países occidentales. Así, refiriéndose a las varias posturas que existen para modificar y mejorar esta situación, criticó la experimentación de la pedagogía competencial frente a la lógica docente y los estudios científicos. ¿Es posible una revolución científica en educación?, lanzaba como propuesta.

Crato inauguró el congreso apelando al diálogo para encontrar soluciones ante los problemas educativos que existen en los países occidentales

Crato inició explicando la experiencia natural que se dio durante el periodo de pandemia y cómo, en esta situación inesperada, algunos pedagogos vieron en ella «una oportunidad extraordinaria» para desarrollar la enseñanza virtual. «Antes de la pandemia -aseguró- ya sabíamos que la educación en remoto no funcionaba bien, gracias a estudios realizados en EE. UU. donde se mostraba menos eficaz que la presencial; al igual que sabíamos que los niños no son nativos digitales, como se acostumbra a decir, y que tendrían dificultades». Así, quiso referirse a la formación evolutiva de millones de años hasta llegar al cerebro humano para desmentirlo, tal y como recogen diversos artículos que citó como el de Stanislas Dehaene, ‘Apprendre! Les talents du cerveau, le défi des machines‘, Ed. Odile Jacob, París, 2018. «Es una tontería pensar que el cerebro cambia en 20 años», apuntilló Crato, quien, además, se refirió a otro estudio holandés realizado durante el confinamiento que concluye en que «todos los alumnos perdieron en todas las disciplinas».

 

La ciencia desmonta mitos de la corriente pedagógica actual 

Otro de los mitos que Crato quiso desmentir fue el de «multitareas o multitasking». «No sería necesario que los psicólogos investiguen sobre esto» -sugirió- explicando que el cerebro fija su atención en una sola cosa y al alternar tareas se pierde tiempo y eficacia. Paralelamente, en una revisión sobre las llamadas «competencias del siglo XXI», el matemático e investigador portugués afirmó que el pensamiento crítico, la creatividad, las actitudes y los valores, al igual que las competencias generales, no se pueden desarrollar sin conocimientos. «La psicología cognitiva no existía en los tiempos de Piaget -apuntó Crato- y hoy se sabe lo que antes se ignoraba«, para añadir también que el desarrollo de las neurociencias nos irá aportando nuevos descubrimientos con relación al aprendizaje del cerebro.

El matemático e investigador portugués afirmó que el pensamiento crítico, la creatividad, las actitudes y los valores, al igual que las competencias generales, no se pueden desarrollar sin conocimientos

Respecto a los sucesivos informes de PISA, Crato subrayó la importancia de evaluar los datos, con independencia de las interpretaciones que el propio estudio acompaña puesto que se dan diferencias entre los prefacios y los resultados. Así, mientras algunos países (asiáticos) apuestan por los datos, otros (los occidentales) lo hacen por las competencias, relegando a los conocimientos, -un error a su juicio-. «Las competencias no pueden organizar el conocimiento«. «El conocimiento y las competencias son indisociables, como la clara y la yema en una tortilla», quiso ejemplificar, y apeló a la importancia de contar con un currículum estructurado que organice ambos aspectos, pero acentuando que «sin conocimientos no se obtienen competencias» y que son las asignaturas las que pueden organizar el currículum.

 

Buenos resultados y equidad no son objetivos contradictorios

Con relación a la escuela inclusiva, «Tampoco es positivo reducir las desigualdades rebajando el nivel» -advirtió consciente de su ‘incorrección política’-. En este sentido, comentó que en varios informes internacionales se comprueba que «resultados y equidad» no son objetivos contradictorios: «Cuando mejoran los resultados, también mejora la equidad, eso se puede ver en datos de Chile, Finlandia, Portugal, y Taiwán» y añadió que cuando estamos discutiendo sobre las desigualdades debemos saber si se formularán en positivo o en negativo. «Se trata de ayudar a quienes tienen más dificultades, no de bajar el nivel de los demás».

En varios informes internacionales se comprueba que «resultados y equidad» no son objetivos contradictorios: «Cuando mejoran los resultados, también mejora la equidad»

Crato quiso referirse también a la repetición de curso, destacando los elevados porcentajes de nuestro país, y comentó que la actual tendencia de eliminarla administrativamente tampoco coincide con el planteamiento más eficaz. «Lo importante, insistió, es ayudar a los alumnos con dificultades manteniendo la excelencia». Analizando PISA en todos sus sucesivos informes se puede comprobar que los países que eliminaron exámenes empeoraron mientras que aquellos que los introdujeron, mejoraron, apuntó.

Tras estas exposiciones, Crato reitera que los fundamentos deben ajustarse al «currículum exigente basado en los conocimientos con asignaturas fundamentales y a una evaluación rigurosa con apoyo a los estudiantes con mayores dificultades».

 

¿Alumnocentrismo o maestrocentrismo? Hay resultados

La defensa del aprendizaje por autodescubrimiento fue otro de los temas que el ministro portugués quiso matizar. «Algunos teóricos argumentan que la enseñanza directa no es buena, pero los datos del informe PISA de 2015 (recogidos también en el libro de Nuno Crato, Improving a Country’s Education: PISA 2018 Results in 10 Countries, Ed. Springer), comprueban que uno de los enfoques más desfavorables es el alumnocentrismo, en contra de lo que sí funciona: el maestrocentrismo. «El aprendizaje por autodescubrimiento no es eficaz -dijo-, es mejor que el profesor explique las disciplinas y oriente las experiencias».

«Hay un modelo del cerebro que dice, esencialmente, que enseñar es enriquecer la memoria a largo plazo y la memoria reside en el conocimiento. Si no se piensa no se memoriza»

El investigador y matemático portugués subrayó que «Hay un modelo del cerebro que dice, esencialmente, que enseñar es enriquecer la memoria a largo plazo y la memoria reside en el conocimiento. Si no se piensa no se memoriza». Y matizó que para memorizar no se trata de acumular datos como lo haría un ordenador, sino de introducir esquemas de pensamiento: teoremas, argumentos filosóficos, causas históricas… «El sistema sensorial procesa solo una parte de la información y debemos concentrarnos en lo que estamos haciendo para retener a largo plazo. Las actividades, distraen. La actividad cerebral es lo que importa«.

El exministro de educación de Portugal sostiene que «Ahora es un buen momento para una revolución científica en la educación«. En plena revolución científica como la que vivimos, donde la investigación cada vez ocupa un mayor estatus y contribuye a mejorar muchos campos del saber sería interesante que también la enseñanza se pudiera beneficiar de ella, en el empleo de la razón como método de construcción del conocimiento, mediante la comprobación y el análisis. Una propuesta que parece abrirse camino entre los profesores que defienden la enseñanza contrastada y de calidad. Tal y como dijo Milton Friedman: «Uno de los mayores errores es juzgar las políticas y los programas por sus intenciones, en lugar de por sus resultados», recordó Crato.

 

Felipe de Vicente: El intervencionismo incide en la libertad de cátedra

Felipe de Vicente (derecha) vicepresidente de la Fundación Episteme, junto a Nuno Crato / F. Episteme

El vicepresidente de la Fundación Episteme, Felipe de Vicente, comenzó por referirse a un artículo de Gregorio Luri, titulado ¿Qué significa educar? con relación a la convocatoria, por parte de la Comisión Europea, que nombró a un grupo de expertos para definir qué significa «educación». «Parece mentira -dijo De Vicente- que a estas alturas los representantes europeos, no saben todavía lo que es la educación. En ese desconcierto nos movemos desde hace años». Así, definió que la educación pasa por la transmisión de conocimientos y que este principio parece estar diluido en una degradación general del saber, especialmente el humanístico, almidonado por referentes de la pedagogía actual.

Felipe de Vicente quiso criticar al intervencionismo de las leyes educativas que inciden directamente en la libertad de cátedra, recogida en el artículo 20 de la Constitución

El catedrático emérito de Geografía e Historia y miembro del Consejo Escolar del Estado hizo una revisión histórica sobre el nacimiento del sistema educativo europeo. «En la vieja Europa comenzaron a sistematizarse los saberes». Tras un recorrido sobre los comienzos de la educación europea De Vicente, quiso subrayar también que, desde sus inicios, «la educación ya era por competencias«. Así, comentó que no solo existía la clase magistral sino también el debate y el desarrollo de habilidades y actitudes. «En ese primer currículum europeo estaban presentes los conocimientos, las habilidades y las actitudes, primando los primeros». El historiador y escritor quiso remarcar el erróneo concepto de «novedad» empleado por la pedagogía actual que, en vez de modernizar la educación, ha enterrado a los conocimientos bajo «ocurrencias fáciles y experimentos sin contrastación». De Vicente quiso también criticar al intervencionismo de las leyes educativas que inciden directamente en la libertad de cátedra*, recogida en el artículo 20 de la Constitución española. Sección 1.ª «De los derechos fundamentales y de las libertades públicas».

* La libertad de cátedra es, en palabras del Tribunal Constitucional, «una proyección de la libertad ideológica y del derecho a difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones de los docentes en el ejercicio de su función.

 

Irene Murcia: Ha llegado la hora de devolver la voz a los docentes

Irene Murcia, Presidenta del Observatorio Crítico de la Realidad Educativa (OCRE) / F. Episteme

«Por desgracia la maltrecha situación de la educación no es exclusiva de nuestro país», quiso subrayar de inicio la profesora de Matemáticas y presidenta del Observatorio Crítico de la Realidad Educativa (OCRE) Irene Murcia, quien también se refirió a las críticas suscitadas por el empleo de la definición «expertos docentes» utilizada en ambos congresos, el de Valencia y el de Barcelona. «Reclamamos la condición de «expertos» en su sentido etimológico, y de experiencia como condición sine qua non«. Murcia quiso reclamar el estatus para los docentes, negado insistentemente por instancias políticas, mediáticas y sociales. «Arrinconados en las aulas, como en auténticas trincheras, hemos estado asistiendo a la desvalorización pública de la labor del profesorado y creemos que ha llegado la hora de devolverle la voz«, defendió.

«Arrinconados en las aulas, como en auténticas trincheras, hemos estado asistiendo a la desvalorización pública de la labor del profesorado»

En alusión al primer congreso celebrado en Valencia por OCRE, el pasado mes de mayo, su presidenta quiso señalar que «El emperador está desnudo» y apuntó a la necesidad de desmontar las falacias de un discurso pedagogista que, a fuerza de ser repetido, ha calado en la sociedad y en un elevado número de docentes que han acabado por dudar de su quehacer, debido a la coerción ejercida. «Este segundo congreso -dijo- va un paso más allá. Porque queremos trasladar a la sociedad que el conocimiento es valioso«. Murcia animó a que, como sociedad, reflexionemos y trabajemos de manera conjunta sin olvidar que el conocimiento conseguido en la educación pública es lo que ha permitido avanzar a los alumnos más desfavorecidos y que «un buen trabajo de los docentes de cualquier nivel educativo, profesionales, exigentes y justos, favorece a todos«, concluyó.

 

Eva Serra: La era de la posverdad en el modelo educativo

Eva Serra, directora ejecutiva de la Fundación Episteme / F. Episteme

La directora ejecutiva de la Fundación Episteme Eva Serra, quiso citar un estudio publicado en la revista PNAS, referido a la era de la posverdad, donde sus autores comprobaron que el lenguaje racional vinculado a millones de libros desde 1850, comenzó a descender a partir de 1980 siendo sustituido por un vocabulario cada vez más emocional, que se aceleró en el año 2007. Los investigadores de dicho trabajo señalaron asimismo una tendencia paralela de un cambio del lenguaje colectivista a otro individualista.

El despliegue de la posverdad ha calado también en el modelo educativo, desplazando al lenguaje racional y además gira del «nosotros al yo»

Serra advirtió que el despliegue de la posverdad ha calado también en el modelo educativo actual que proyecta las emociones en su discurso, desplazando al lenguaje racional y que además gira del «nosotros al yo», alertando que se trata de un trayecto peligroso en alusión a una pérdida de derechos colectivos en la educación. Asimismo, quiso aclarar la posición de la fundación sobre «el falso debate: «profesores contra pedagogos»» que desvía la atención y no refleja la verdadera naturaleza de la controversia educativa, centrada en un choque de modelos y no, de colectivos profesionales.

Acceso al vídeo de la mesa inaugural con Nuno Crato (1)

Acceso al vídeo de la Primera mesa redonda (2)

Acceso al reportaje-resumen de la Primera mesa redonda

 

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