Actualidad

Del tiempo y la felicidad (y III)

La única felicidad posible en la educación, si algo así sucediera, sería la que proporciona el aprendizaje del conocimiento. No existe una felicidad programática. La pasión por los saberes inútiles, el interés por las emociones humanas y la curiosidad intelectual vienen del descubrimiento del mundo, un refugio para distanciarnos de nuestra neurótica personalidad y su frágil e impredecible bienestar.

El «MIR» (in)docente o la liquidación de la Secundaria

Si lo que se quiere es convertir la Secundaria en una Primaria eternizada, entonces el MIR docente es el penúltimo eslabón -los anteriores han sido, entre otros, los Institutos-escuela y la dispersión curricular-, hacia la constitución de un cuerpo único docente, el sueño húmedo de la Administración y de algunos sindicatos, desde los 6 a los 18 años, por abducción del de Secundaria en el de Primaria. Algo que es en sí mismo conceptualmente aberrante.

Del tiempo y la felicidad (II)

Se tiene la vana ilusión de que los alumnos salgan buenos, justos y felices, mejores y más solidarios, y emocionalmente estables, pero en realidad solo pueden salir racionales o irracionales, inteligentes o estúpidos, ignorantes o con conocimientos particularmente útiles para cualquier mente despierta y curiosa. Dicho al modo incorrecto: o uno sale con algo en la cabeza o uno sale hecho un completo gilipollas.

¡Basta ya! Historia de una fotografía

Juntos improvisamos una coreografía. Nos agachábamos para levantarnos de golpe con la fuerza del retorno de la canción. Debo confesar que las rodillas no me permitían estar mucho tiempo encogido y por eso en la foto estoy de pie mientras los compañeros continuaban de cuclillas. Sinceramente, fue un momento épico y no esperaba que un fotógrafo estuviera captando con tanto de acierto un “Bella ciao” que expresa la indignación de los docentes: “¡Basta!”.

Del tiempo y la felicidad (I)

No es de extrañar que si en la sociedad existe un profundo anhelo de felicidad sea la vertiente educativa -sobre la que recae el mito ilustrado de que la educación puede transformar la realidad y conducir a la perfectibilidad de la naturaleza humana- la encargada de instaurar la más dulce y humana de las felicidades.

«Propuestas» (Tercera mesa redonda)

Es posible una interdisciplinariedad desde los departamentos didácticos sin renunciar al principio de especialidad. El docente debe hacer uso de su libertad de cátedra y autoorganizarse frente al planteamiento hegemónico de innovación pedagógica. Los ámbitos pueden ser contrarrestables mediante una batería de argumentos y acciones organizadas. Se debe perseguir la unión de un frente común, educativamente crítico y abierto a todas las especialidades. La escuela pública y de calidad debe ser defendida.

Pensamiento Alicia (y II)

Podríamos hablar de una ironía trágica de la educación: educando para la democracia como un bien y un dogma irrenunciable estamos anticipando y preparando su demolición más perfecta. La gran paradoja de la ilustración al pensar la autonomía del individuo es de orden moral: Obligados a ser libres, o ser libres para elegir ser esclavos; en esa encrucijada se juega todo el sentido de la libertad moderna.

«Docencia y Sociedad» (Segunda mesa redonda)

¿Son libres nuestras universidades o acatan los dictados de la banca y las agencias de evaluación en pro a un utilitarismo? ¿Se abandona el profesorado universitario a estas presiones del mercado? ¿Hay salida frente al cansancio que acompaña a la profesión docente y a la sociedad? ¿Por qué la universidad se ha impregnado de terminología empresarial abandonando su función de transmitir el saber? ¿Se encuentran alumnos y profesores desprovistos de su independencia civil frente a los chantajes del poder privado?

«Educación y Sociedad» (Primera mesa redonda)

¿Dónde reside la autoridad del docente, en su estadio pre-público, como transmisor de conocimientos en una sociedad sin autoridad ni tradición? ¿Genera la libertad en la educación una brecha de desigualdades entre quienes quieren estudiar y quienes no? "¿No sería necesario dejar de lado tanto mesianismo y limitarnos a proporcionar conocimientos? ¿Todo ha de estar listo para ser consumido, incluyendo la educación, los conocimientos, que también tienen que venir empaquetados? ¿Es la escuela un ámbito que el capital no puede dejar de lado en una sociedad supeditada a lo económico?

¿Es posible una revolución científica en la educación?

¿Hasta qué punto puede ayudar la ciencia a la educación? ¿Por qué se aceptan políticas educativas sin contrastación? ¿Son realmente novedosas las competencias en educación? ¿Es la sociedad realmente consciente de cuanto sucede dentro las aulas? ¿Se debe devolver al docente su libertad de cátedra y su prestigio? ¿Es la educación rehén de un modelo sistémico cada vez más próximo a la posverdad?
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